Dobles, triples afectaciones y necesidades en salud de la población procedente de Venezuela (retornada, refugiada, migrante y binacional)

De acuerdo con lo comentado por un funcionario de la secretaría de asuntos indígenas, en Vichada hay al menos 8.000 personas procedentes de Venezuela[1], de las que al menos 3.000 son indígenas. En Vichada hay presencia de Sikuani-Jiwi, Amorúa, Sáliba, Piapoco, Piaroa, Amorua, Puinabe, Curripaco y Cubeo. Se han identificado dos pueblos nuevos en el Vichada, los Warequena y los Carrupanes, quienes no se han podido ubicar en un lugar fijo del departamento.

Un funcionario del CRIVI indicó que no se les debe adjudicar una única nacionalidad porque son binacionales y no reconocen las fronteras existentes “…sienten que cuando hablan de "venezolanos" hablan de los "blancos" y se les excluye…”. Los Pueblos Sikuani y Amorua estan formalmente denominados binacionales

“No se puede hablar de indígenas venezolanos o colombianos porque esas fronteras las pusieron los blancos, somos de ambos lados, hay familias que tienen papeles colombianos o venezolanos o de ningún lado” funcionario del CRIVI

Existe preocupación por los indígenas binacionales en los asentamientos periurbanos porque no viven en condiciones óptimas, y en palabras de las personas entrevistadas “no tienen modos para desarrollar su cultura” y muchas veces no son recibas en los resguardos porque sus costumbres chocan con las del resguardo al que llegan.

“…las personas indígenas que retornan o migran a Colombia no son recibidas en los resguardos porque algunas de sus costumbres son mal vistas. Tales son los casos del trabajo como recicladores, el consumo de bóxer y el desconocimiento de las dinámicas propias de los resguardos…” funcionaria de la secretaría de salud

Los lugares en los que por lo general se asienta la población indígena binacional, no cuentan con un sistema de alcantarillado, no hay acceso a agua potable, lo que afecta directamente las condiciones de salud de esta. En cuanto a las condiciones de higiene y saneamiento, no hay un buen manejo de excretas, se ha evidenciado defecación a campo abierto y contaminación de los aljibes (cisternas para almacenamiento de agua) y las instituciones lo relacionan con el aumento de casos de Enfermedad Diarreica Aguda (EDA).

En temporadas de lluvia y por las condiciones de las viviendas, hacinamiento, piso de tierra, no hay inodoros, cambuches y por cocinar con leña que aumentan el riesgo también se aumenta el riesgo de esta población de contraer Infecciones Respiratorias Agudas (IRA), especialmente en las niñas y niños indígenas. 

Las personas indígenas expresan sentir discriminación en el sistema de salud y se ha detectado desde las instituciones, que en ocasiones omiten la documentación colombiana para acceder a servicios con la cooperación internacional.

No hay un enfoque diferencial para atender la población indígena. Hay muy pocas campañas y piezas gráficas en salud que se encuentren en los idiomas nativos de población indígena retornada.

“…la mayoría de los pueblos indígenas en el Vichada son binacionales o transitan a ambos lados de la frontera. Pero hubo muchos que salieron de sus resguardos en Colombia por la Violencia y se fueron a Venezuela. Estando allá vivieron en pueblos y formaron familias con otros indígenas. Por la situación han retornado a sus antiguos resguardos, pero de ahí son expulsados porque llegan sin su cultura, sin saber cómo es la vida en un resguardo, sin aceptar las normas de ahí, a veces con malos hábitos como el consumo de sustancias. También en los resguardos indígenas no hay suficientes recursos para atender a una población creciente que llega…” Funcionario del CRIVI

Durante el año, el departamento tiene épocas de mucha lluvia (ola invernal) y épocas de mucha sequía (verano) que afectan considerablemente las condiciones de vida de la población.

Durante la “ola invernal” se generan inundaciones y esto hace que el hábitat cambie y la población se movilice a otros municipios del departamento con menor riesgo de inundación. Sumado a esto, según lo reportado por las instituciones, durante la “ola invernal” se aumenta la transmisibilidad por vectores y, por consiguiente, los casos por dengue y malaria.

Durante el verano se intensifican las enfermedades respiratorias como las infecciones respiratorias agudas (IRA) y debido a las condiciones del suelo del territorio y el limitado acceso a medios de vida, los esquemas nutricionales de la población sobre pobres y existen altas tasas de malnutrición y desnutrición

 

“…estamos sufriendo el flujo migratorio, Cumaribo es uno de los territorios con los problemas más graves en salud pública… solo hay un hospital, hay mucha zona rural… y está recibiendo gran parte de la población venezolana que se ha asentado en sus territorios…” profesional de la Secretaría de salud de Puerto Carreño 

Desde el año 2018 el departamento del Vichada, por ser zona de frontera con Venezuela, ha sido receptor, principalmente, de población venezolana con vocación de permanencia y pendular por la búsqueda de servicios de salud, entre otras necesidades.  A inicios de este año (2022) se presentó una emergencia por desplazamientos masivos por conflicto armado de personas refugiadas y migrantes venezolanas. En estos desplazamientos, las personas entrevistadas han identificado que son, en su mayoría, población indígena de nacionalidad venezolana.

“…el desplazamiento forzado de la población venezolana que llega al territorio, agudiza el problema de salud que ya tenemos - la mayoría es población indígena que llega, a invasiones y a la comunidad de acogida, sin nada…” profesional de la Secretaría de salud de Puerto Carreño

Muchas de los municipios del departamento, en especial los que se encuentran en las zonas rurales, no cuentan con un sistema de alcantarillado, no hay acceso a agua potable, lo que afecta directamente las condiciones de salud de las personas.

En cuanto a las condiciones de higiene y saneamiento, no hay un buen manejo de excretas, se ha evidenciado defecación a campo abierto y contaminación de los aljibes (cisternas para almacenamiento de agua) y las instituciones lo relacionan con el aumento de casos de Enfermedad Diarreica Aguda (EDA) que no son reportados en SIVIGILA.

Por otra parte, las personas entrevistadas refieren que no hay una morgue municipal en Puerto Carreño, lo que ha generado riesgos de salud pública por la contaminación de los cuerpos, en especial si sufrieron muertes violentas

Existe un problema latente de Xenofobia y rechazo de la población migrante que dificulta, aún más, el acceso a servicios de salud. Las organizaciones han realizado talleres de sensibilización para el trato humanizado a población migrante. Lo han hecho con personas de la farmacia del hospital, con el área administrativa, las enfermeras y demás personal del hospital, para mejorar la manera en la que prestan el servicio y la calidad de este, pero expresan que ha sido muy difícil porque hay constante rotación de personal y no todas las personas tienen la misma actitud para ayudar a cambiar esto.

En cuanto a las rutas de atención en salud, solo hay algunas instituciones que las conocen. La ruta de violencia es la más institucionalizada. Pero, por ejemplo, el manejo de casos de protección, gestantes, VBG, ni la comunidad ni las instituciones conocen estas rutas y muchas veces hay vulneración de las rutas de salud por el flujo constante de personal de salud en el hospital y por la constante Xenofobia lo que impide la garantía de las rutas.

“…al no existir un enfoque diferencial en la atención de salud, se establece como un elemento discriminatorio para la población refugiada y migrante…” trabajadora humanitaria

Hay 6.816 personas procedentes de Venezuela no afiliadas al SGSSS pero  atendidas en los servicios de salud en Vichada desde el 2018 a febrero del 2022.  Según datos del cubo 029 en SISPRO (consulta abril del 2022).

Cuando se presenta una emergencia o urgencia en salud en el Vichada y las personas logran llegar a las instituciones de salud o al hospital más cercano, se les brinda atención independientemente de su nacionalidad o si tiene o no documentación. Hay algunas zonas muy apartadas del casco urbano, en las que se encuentra un número importante de población refugiada y migrante, esto dificulta que las personas lleguen a tiempo a un servicio de salud.

...En marzo hubo un episodio donde una señora venezolana venía en el yate de casuarito a Puerto Carreño a tener su bebe y el bebe prácticamente nació en la balsa…”

Una de las organizaciones referentes para los temas de salud en el Vichada es la OIM, en todas las entrevistas realizadas se destacó la labor de esta organización en este departamento. OIM se encuentra en Puerto Carreño desde el año 2019, se ha logrado articular con las entidades locales y tiene un convenio con el hospital para brindar una amplia oferta de servicios para la población refugiada y migrante no afiliada al sistema de salud. Esta oferta juega un papel vital al momento de tener una urgencia en salud porque:

Tiene una red de apoyo comunitario en salud, conformada por personas líderes de las comunidades de los barrios. Líderes que son capacitados en: vigilancia comunitaria, eventos de interés en Salud Pública (EISP), riesgo materno, desnutrición, enfermedades prevalentes de la infancia, lactancia materna, primeros auxilios, reconocen signos y síntomas de peligro y están en contacto constante con la comunidad. Hay 16 líderes, 1 rural en Aceitico (enfermera) y 15 en zona urbana (barrios con asentamientos, población migrante…). Ante una emergencia, los líderes generan una alerta y de esa forma llegan a la comunidad.

Adicionalmente, en el territorio hay un equipo de OIM conformado por: 1 epidemióloga, 2 enfermeras, 1 psicóloga, 3 gestores comunitarios, 1 monitor de información y 1 coordinadora del equipo. Este equipo está 100% en contacto con la comunidad, la organización no cuenta con una oficina porque el trabajo diario es en comunidad y se hacen recorridos casa a casa identificando necesidades en salud en diferentes temas, socializando rutas de acceso, conocimiento en derechos y deberes y brindando atención a la población. 

Ante una urgencia, los líderes de la comunidad avisan, articulamos con hospital para ambulancia, triage, los gestores acompañan y hacemos seguimiento…”

La población refugiada, migrantes e indígena binacionales, en su mayoría, no cuentan con afiliación en salud, ni documentación que le permita acceder a los servicios de salud diferentes a una urgencia. Los servicios a los que logran acceder es gracias a los esfuerzos que se han hecho desde la cooperación internacional y las organizaciones que están en el territorio.

Las personas entrevistadas refieren que hay mucha diferencia en la respuesta en salud a población nacional y a refugiados y migrantes. La población migrante en su mayoría está en estado irregular y esto les dificulta afiliarse a una EPS. Aunque uno de los motivos por los que migran es por el acceso a salud, el colombiano tiene un Plan de Beneficios Básicos en Salud (PBS) más amplio a nivel departamental y nacional mientras que la población venezolana no.

Las organizaciones entrevistadas destacaron el apoyo en temas de salud que realiza Americares y OIM en la respuesta a la población migrante. También mencionaron el esfuerzo de la Cruz Roja por llegar a la zona rural y atender en lugares donde muchas organizaciones no pueden llegar.

Solo desde OIM hay convenio con el hospital para población colombiana y venezolana no afiliada que incluye: consulta médica, enfermería, crecimiento y desarrollo, adulto, joven, psicología, nutrición, pediatría, paquete integral de gestantes, exámenes de laboratorio, controles prenatales, ecografía, métodos de larga duración, entre otros servicios.

A través del convenio que tiene OIM con el hospital de Puerto Carreño, las personas con enfermedades crónicas no transmisibles colombianas, indígenas nacionales o binacionales y venezolanas pueden acceder al tratamiento. Aún así, hay barreras preexistentes en el hospital para el acceso a tratamientos de larga duración y remisiones de pacientes con ENT que requieran un servicio especializado.

Las personas entrevistadas comentaron que el tema de enfermedades crónicas es muy complicado porque en el departamento no hay especialistas, estos solo hacen visitas cada 2 o 3 meses y al momento en el que una persona requiera trasladarse a otro lugar para ser atendido es un proceso muy difícil porque la secretaría de salud apoya remitiendo a la persona y su acompañante, pero no les asegura su regreso. Adicional a esto, refieren que hay un mal manejo de los pacientes en el hospital, no hay un seguimiento ni control de los pacientes y esto hace mucho más difícil el trabajo de las organizaciones.

De acuerdo con lo indicado por las organizaciones, el tema de planificación familiar en la población indígena nacional y binacional es bastante difícil porque existen muchos tabúes alrededor, además de que existe un tema de machismo y relaciones de poder que ha estado perpetuado en esta población, lo que ni siquiera permite que se generen espacios de sensibilización con la población.

“tratamos de hablar de planificación familiar, cuando empezamos a pedir el permiso… no, que hiciéramos el favor y ese tema no se tocaba porque lo que los blancos querían es exterminar a los indígenas…” trabajadora humanitaria

Las organizaciones han realizado jornadas extramurales para la inserción del trasplante subdérmico en población migrante, pero todas las personas entrevistadas mencionaron que esto ha generado muchos efectos adversos en las mujeres y ninguna de las organizaciones o instituciones cuentan con el servicio gratuito de retiro del implante.

En cuanto a los servicios de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en el departamento del Vichada solo se ofrece a través de fármacos, pero las personas entrevistadas indicaron que los médicos y ginecólogos se están capacitando y recibiendo asistencia técnica en el tema, además de que se tiene previsto que lleguen equipos para ofrecer el servicio completo en todo el departamento. Entre las barreras destacadas para la provisión de este servicio estuvieron la falta de documentación y de afiliación de las gestantes.

Cerca del 70% de los partos atendidos en el hospital de Puerto Carreño son madres procedentes de Venezuela y las personas entrevistadas refieren que muchas llegan porque saben que pueden obtener asistencia por parte de las ONG y que afortunadamente existen convenios que permiten asegurar el parto de las migrantes, aunque no todos los servicios estén cubiertos es una gran ayuda, pero preocupa el momento en el que termine los convenios porque esta población quedaría sin el acceso al servicio. 

Hay un tema común que preocupa a todas las organizaciones e instituciones entrevistadas, y es que muchas gestantes no van a los controles prenatales y muchas tienen problemas de déficit de micronutrientes, bajo peso, anemia y desnutrición, especialmente las que se encuentran en las zonas rurales y población indígena nacional y binacional. Estas condiciones implican que muchos de los partos se compliquen, se deba hacer cesaría y aumente la mortalidad materna. Las organizaciones refieren que esto pasa, en su mayoría con población indígena y que la situación se agravó con la llegada masiva de población migrante.

“…sobre todo la población indígena cree que sí a varias de las mujeres les fue bien teniendo su hijo en la comunidad, a ellas también les va a ir bien… no saben que todos los embarazos no son iguales y que se deben hacer controles para evitar complicaciones…”

En la población indígena nacional y binacional es común encontrar niñas menores de 14 años embarazadas de hombres de 30 o 40 años. Las organizaciones refieren que esto es naturalizado en su cultura y que los casos en los que se puede actuar se realiza un proceso acompañado por el ICBF.

OIM tiene una labor importante en la implementación y socialización de la ruta de violencia basada en género (VBG) en población migrante no afiliada y lo hace con una psicóloga, una enfermera y en articulación con la Alcaldía y secretaria municipal.

Otro tema recurrente en las entrevistas fue la violencia obstétrica en población indígena, pero resaltaron que se dan muchos más casos en población migrante.

Pastoral Social es una organización que tiene un trabajo fuerte en temas de VBG con población migrante en el departamento del Vichada, comentaron que ante un caso de VBG, primero alejan a la persona del ambiente en el que se encuentra, por ejemplo, si fue agredida por su pareja en su hogar. La organización cuenta con un albergue que sirve de refugio para la víctima. Ya estando en el albergue se inicia un proceso psicosocial y jurídico en articulación con otras entidades locales como el ICBF, CISP, la Fiscalía y la Policía durante 10 días. Durante este tiempo se realiza la intervención y se acompaña para que puedan ser ubicadas en otro lugar. En el caso de las personas venezolanas que desean retornar a Venezuela no se les puede brindar esta ayuda.

Las personas entrevistadas refieren que en el departamento existe un alto número de población refugiada y migrante con infecciones de transmisión sexual, pero las organizaciones no cuentan con la capacidad para atender estos pacientes. Solo OIM cuenta con el servicio para gestantes o recién nacidos con VIH, en el que se les garantiza el tratamiento, la identificación de diagnóstico, prueba de carga viral, infectología y tratamiento.

De acuerdo con lo mencionado por los actores clave entrevistados, aunque se han evidenciado muchas necesidades en salud mental, en el departamento de Vichada esto no es una prioridad, entre los problemas de salud mental más enunciados en población refugiada y migrante venezolana, estuvieron:

Depresión o trastornos depresivos, principalmente en población indígena, venezolana y mujeres embarazadas

-Duelo migratorio

-Trastornos adaptativos por desplazamiento a otro país, en el caso de las personas migrantes

-Abuso de sustancias psicoactivas en población indígena y venezolana que se relaciona con problemas de salud mental

…hay víctimas de desplazamiento forzado viviendo en las cabeceras municipales que se sienten sin tierras, desarraigadas y sin posibilidades de trabajar y mantener su cultura…”

La OIM tiene un convenio con el Hospital Mental de Antioquia en el que de manera virtual se brinda tratamiento y seguimiento a población migrante no afiliada en articulación con una psicóloga y una enfermera.

CID cuenta con un proyecto que hace gestión de casos de salud mental a población migrante con un acompañamiento durante seis sesiones con la psicóloga clínica, pero es un proyecto que está próximo a terminar y es una preocupación constante de las organizaciones que cuando terminan los proyectos, la población más vulnerada deja de tener estos beneficios.

En el tema de la población indígena nacional y binacional las personas entrevistadas refieren que se han evidenciado necesidades en salud mental, especialmente en niñas y niños, y casos de suicidios y consumo de sustancias psicoactivas que no reciben atención requerida. Además, no confían en la atención psicosocial occidental, prefieren atención con la medicina tradicional y esto puede estar relacionado con el subregistro de esos casos.

“…no se conocen casi estos casos…en las comunidades las personas dicen que hay maldad y brujería, pero no hay atención psicológica porque no creen en esto, tampoco llega suficiente atención psicosocial... en algunas comunidades no aceptan estas atenciones y prefieren la atención con la medicina tradicional…”

Entre los problemas o condiciones, más mencionados, que afectan la salud de la población migrante estuvieron:

  Enfermedades respiratorias

  Enfermedades de la piel

  Alergias

  Desnutrición (principalmente en población indígena)

  Enfermedades gastrointestinales porque no hay fácil acceso a agua potable

  Desnutrición aguda en niñas y niños

  Mortalidad por desnutrición en niñas y niños

  Embarazo adolescente (principalmente en población indígena)

  Diabetes

  Hipertensión

  Esquizofrenia (más identificado)

  Trastornos depresivos

  Eventos de interés como malaria, dengue, TBC y sífilis congénita (principalmente en población indígena)

  VIH e infecciones de transmisión sexual (ITS) (principalmente en población indígena)

  Problemas de salud oral

Un punto en común de las entrevistas realizadas es que hay muy pocas organizaciones en el territorio que no alcanzan a cubrir las necesidades de toda la población migrante. El hospital también está colapsado y no cuenta con el personal requerido para toda la población del departamento y con la emergencia de desplazamiento masivo de población venezolana todo es más difícil.

Algunas organizaciones comentaron que las personas que trabajan en las entidades locales tienen una alta carga laboral para reporte y cumplimiento de indicadores y se ven obligados a que la prestación de servicios a población venezolana no se realice de la misma forma a colombiana porque para población venezolana no hay que reportar indicadores, entonces quedan a un lado.

Algunas organizaciones no cuentan con ambulancias propias y el área de cobertura sólo está centrada en Puerto Carreño y no en los demás departamentos del municipio. Adicionalmente, las personas entrevistadas comentaron que la población que registra el DANE para el Vichada no corresponde a la realidad, hay un subregistro alto, ahora mucho más por el flujo migratorio reciente y esto hace que el presupuesto asignado al municipio sea mucho menor que el que debería ser.

Según Migración Colombia a marzo del 2022, 7.724 personas refugiadas y migrantes cuentan pre registro en el ETPV en el departamento de Vichada. El 53% corresponden a mujeres y el 47% a hombres. El 29% de los registrados se encuentran en un rango de edad entre los 18 y 29 años. Consulta en abril del 2022. Consultado en: https://public.tableau.com/app/profile/migraci.n.colombia/viz/EstatutoTemporaldeProteccin-Prerregistros/Pre-registrosPublic

En el departamento del Vichada, según el último reporte de migración Colombia con corte a agosto 2021, 4738 personas refugiadas y migrantes venezolanas. De estas personas al corte de diciembre 2021 solo 442 tenían PEP o PPT y estaban afiliadas al sistema general de seguridad en salud (SGSSS), 379 en el régimen subsidiado y 63 en el contributivo  Tabla. Población migrante y con PEP o PPT afiliada a salud en Vichada  

Si bien se realizan jornadas de afiliación para el ETPV, muchos refugiados y migrantes no hacen el registro al considerar esto una manera de quitar recursos de ayuda humanitaria y no conciben que el gobierno pueda proveer las necesidades y acceso a servicios de salud.   

Existe una concepción cultural de que si las personas refugiadas y migrantes tienen el ETPV ya estarían aseguradas al sistema de salud. Estas desconocen el proceso de afiliación y en ocasiones prefieren evitarlo dado que el sistema está colapsado y prefieren la atención de las organizaciones humanitarias por ser más expedita.

Hay una preocupación común de las organizaciones y es que el Pre-Registro termina en el mes de mayo de 2022, en el territorio, la mayoría de la población está dispersa, principalmente población indígena y más de la mitad no ha accedido al proceso de Pre-Registro.

…si el gobierno no amplía el plazo, muchas personas se quedarán sin el PPT…”

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