Narrativo mapa Salud-Educación Arauca

Análisis intersectorial salud y educación en Arauca

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Contexto general

Arauca es uno de los 32 departamentos que junto a Bogotá D.C conforman el territorio colombiano. Este departamento está ubicado en el extremo nororiental del territorio nacional, limita al norte y al este con Venezuela, al sur con Casanare y Vichada y al oeste con Boyacá. Arauca ha sido uno de los departamentos más afectados por conflicto armado, flujos migratorios mixtos y agudización de la temporada de lluvias y sequías, los cuales producen efectos adversos en las personas y grandes limitaciones en prestación y continuidad del servicio de educación para niños, niñas y adolescentes (NNA), especialmente en la zona rural. Lo que lo hace un territorio con necesidad apremiante para desarrollar proyectos con enfoque de Triple Nexus.

Históricamente en el departamento de Arauca han hecho presencia grupos armados organizados de la ley (FARC y ELN). Dadas las afectaciones históricas por conflicto armado en este departamento, cuatro de siete sus municipios son priorizados por los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial –PDET– (Tame, Arauquita, Saravena y Fortul).

En cuanto a flujos migratorios mixtos, el incremento de la población refugiada y migrante proveniente de Venezuela empieza a sentirse en el departamento de Arauca a partir del año 2017, pues desde ese momento la llegada de personas era cada vez mayor y sostenida (tanto de migrantes regulares como irregulares). Cabe resaltar que este departamento fue tránsito de miles de migrantes quienes caminaban hacia el centro del país y otros países. De acuerdo con el último reporte de Migración Colombia con corte a febrero del 2022, el departamento de Arauca cuenta con 55.245 personas refugiadas y migrantes provenientes de Venezuela, encontrándose el 56% de esta en el municipio de Arauca; 13% en Saravena; 11% en Arauquita; 15% en Tame; 5% en Fortul; 1% en Cravo Norte; y en el municipio de Puerto Rondón no se reportan personas refugiadas y migrantes con vocación de permanencia.

Arauca cuenta con solo un paso formal de migrantes, el Puente Internacional José Antonio Páez y cincuenta y cuatro pasos informales identificados por las autoridades. De acuerdo al Grupo Inter-agencial de Flujos Migratorios Mixtos de Arauca (GIFMM), a corte de 30 de noviembre 72.878 personas migrantes venezolanas habían accedido al Pre-registro del Estatuto Temporal de Protección (ETPV), de las cuales 63.000 (86,4%) han realizado biometría y 37.300 han recibido su Permiso por Protección Temporal (PPT). Adicionalmente, este departamento es zona de acogida de comunidades indígenas binacionales, quienes transitan por el territorio durante temporadas, sin embargo, por las afectaciones del conflicto armado en Venezuela durante este año llegaron a asentarse en Arauca la comunidad indígena Jivi compuesta por 16 familias (81 personas (18 niños y 18 niñas) y 55 adultos (24 hombres y 21 mujeres)), quienes no tienen intención de retornar a Venezuela y se encuentran de manera irregular en el territorio, lo que de alguna manera les ha causado barreras para acceder a servicios básicos.

Especialmente, la población migrante con vocación de permanencia que llega al municipio de Arauca afronta grandes dificultades y sufren las mismas vulneraciones que la población receptora, derivadas de la falta de capacidad institucional para dar respuesta a las necesidades básicas de sus habitantes, destacando entre las principales debilidades las garantías de seguridad de sus habitantes, el acceso a servicios de salud, acceso a educación y oportunidades laborales. Es de destacar que en los municipios de Saravena, Arauquita y Arauca son receptores de población pendular, quienes llegan a Arauca con el fin de realizar compras, trabajar de manera informal, acceder a servicios médicos, de educación entre otros y retornan a Venezuela.

Esta situación ha generado en el municipio una percepción de inseguridad, incremento de hurtos, invasión de espacio público, xenofobia, niños y niñas en condición de vulnerabilidad, pobreza extrema, un aumento en el número de personas en situación de calle y en el consumo de sustancias psicoactivas, presión en la demanda del sistema educativo y salud, aumento de explotación sexual y afectaciones en los indicadores de salud y educación como aumento de tasas de deserción escolar, tasas de mortalidad, esquemas de vacunación incompletos, embarazos adolescentes, infecciones de transmisión sexual, entre otros.

La población refugiada y migrante en edad escolar del departamento de Arauca, se enfrenta a diferentes barreras para acceder a servicios básicos por falta de documentación. Al no portar un documento válido de identificación: los padres o tutores encuentran barreras para acceder a matriculas; se les dificulta realizar la encuesta al Sisbén para acceder a los programas sociales del estado; no pueden afiliarse al Sistema de Salud Colombiano y por esto no cuentan con los beneficios de una atención integral en salud (solo pueden acceder a urgencias). Adicional a lo anterior, se ha evidenciado que la falta de documentación también está relacionada con la desinformación y rumores respecto a documentos solicitados y el desconocimiento de los procesos.

Análisis situacional de educación y salud en niños, niñas y adolescentes en el departamento de Arauca

El departamento de Arauca cuenta solo con una Entidad Territorial Certificada en educación (ETC) que es la secretaria de Educación Departamental (SED), ésta agrupa las dependencias de educación de los siete municipios del departamento (Arauca, Arauquita, Cravo Norte, Fortul, Puerto Rondón, Saravena y Tame).

Al 01 diciembre de 2022 en el departamento de Arauca hay 67 Instituciones Educativas y 472 sedes (sector oficial), de las cuales 397 están ubicadas en la zona rural y 75 en la zona urbana. Las cuales garantizan el derecho a la educación a 60.610 personas, donde 57.648 son estudiantes entre los 4 y 18 años. Adicionalmente, hay 11.409 estudiantes migrantes en el departamento, siendo estos mayoritariamente venezolanos.

Según el reporte de los Establecimientos Educativos la mayor razón por la que desertaron los estudiantes de las Instituciones Educativas del Departamento de Arauca fue familiar (cambio de domicilio, desplazamiento forzado, poca importancia a la educación, desempleo de padres, muerte de los padres), esto corresponde a 1860 estudiantes con un 49.83%. La siguiente razón fue por causa personal (trabajar, padres a temprana edad, bajo rendimiento escolar, salud del estudiante, poco gusto por el estudio y expulsión del estudiante) que corresponde a la deserción de 1226 estudiantes, representando el 32.84%. Otras razones que también presentaron un alto porcentaje fueron: 14.06% por la Pandemia COVID-19 manifestando que se les dificultaba el trabajo con las guías o la falta de tener en casa computador, celular o conectividad. Esto dificultó la permanencia de los niños, niñas, adolescentes, jóvenes, jóvenes en extra-edad y adultos dentro de las Instituciones Educativas y los llevó a abandonar el sistema educativo.

Cabe resaltar que para la identificación de las razones de deserción del 2022 se prevé un subregistro en las causas, dada la agudización del conflicto y las amenazas de reclutamiento a menores que han circulado en el departamento, durante este año muchos padres de familia han retirado a sus hijos/as de las Instituciones Educativas y se han trasladado a otros departamentos sin previo aviso a la institución o dar explicaciones del traslado.

De acuerdo a los datos del Registro Especial de Prestadores de Servicios de Salud – REPS en el departamento de Arauca hay 143 Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud, 49 son públicas (34 de ellas son de primer nivel de complejidad y 15 de segundo nivel de complejidad) y 94 son de naturaleza privada.

Nivel I

Nivel II

Nivel III y IV

Nivel I

Nivel II

Nivel III y IV

La capacidad del sector salud está desbordada tanto en términos de infraestructura como de recurso humano, insumos y medicamentos, hay un problema de financiamiento para los servicios de salud que prestan las IPS a personas refugiadas y migrantes venezolanas, además, el territorio solo cuenta con instituciones de primer y segundo nivel de atención, lo que quiere decir que solo cuenta con médicos generales, personal auxiliar, remisión, asesoría de personal o recursos especializados, pero no cuenta con médicos especialistas para tratar afectaciones en la salud con mayor nivel de complejidad.

De acuerdo con los registros de las bases de datos de personas atendidas del Ministerio de Salud, a septiembre del 2022 se habían atendido a 48.962 personas refugiadas y migrantes provenientes de Venezuela y se atendieron en su mayoría en los municipios de Arauca (55%), Saravena (17%) y Arauquita (15%). El 67% de las personas que fueron atendidas fueron mujeres y por grupos de edad, las atenciones estuvieron concentradas en los grupos de edad de 18 a 28 años (35%); 29 a 59 años (26%); y 0 a 5 años (21%).

En cuanto a la atención de menores en situación irregular, de las 7.275 personas refugiadas y migrantes que fueron atendidas durante el 2022 en Arauca, el 30% (2.218) fueron menores sin identificación, de estos, el 51% se encontraban en Arauca, el 22% en Saravena, el 15% en Arauquita y el 14% restante estaban en Tame, Fortul, Puerto Rondón y Cravo Norte (RIPS, Minsalud, 2022).

Salud Sexual y Salud Reproductiva en niñas, niños y adolescentes en edad escolar

En los pasos informales a lo largo de su frontera, a través del río Arauca no se tiene control frente a los productos de contrabando que se transportan, de las activades que ocurren, ni registro de las personas que transitan en esos pasos. Las mujeres, las niñas y adolescentes migrantes están siendo objeto de violencia sexual principalmente en los pasos informales y en la cabecera urbana. Bajo esquemas de trata de personas con fines de explotación sexual, son trasladadas desde Arauca hacia el interior del país por redes de trata de personas venezolanas y colombianas.

De acuerdo con los registros de las bases de datos de personas atendidas del Ministerio de Salud, en Arauca a noviembre de este año, 1.510 niñas y adolescentes en edad escolar (12 a 17 años) fueron atendidas por diagnóstico de embarazo. Diversas investigaciones han demostrado que el embarazo adolescente disminuye el rendimiento académico, lo que puede llevar a la deserción escolar y entre los principales motivos de deserción se han encontrado la vergüenza y las complicaciones de salud que conlleva el embarazo, parto y postparto.

Seguridad alimentaria, nutrición, enfermedad diarreica aguda e infección respiratoria aguda en niñas, niños y adolescentes en edad escolar

La desnutrición continúa siendo una de las principales causas de enfermedad a nivel mundial y en Colombia, y junto con la enfermedad diarreica aguda (EDA) y las Infecciones respiratorias agudas (IRA) son las causas principales de muerte en niños y niñas en países en vía de desarrollo.

En Arauca, se han registrado altas tasas de desnutrición en menores de 5 años, principalmente en menores de 6 meses, lo que ocasiona perdida de las capacidades cognitivas, aumenta el riesgo de enfermedades, muerte y retrasa el crecimiento. Esto disminuye la capacidad de aprendizaje, el rendimiento escolar, la productividad económica en la vida adulta y las capacidades para cuidar de las nuevas generaciones, lo cual atrapa a las personas en un círculo que perpetua la desnutrición, la pobreza y el atraso en el desarrollo. Es de resaltar la afectación en seguridad alimentaria, nutrición y desarrollo de primera infancia que presentan las comunidades indígenas del departamento de Arauca, causada por restricciones de movilidad que generan limitaciones en el acceso a alimentación de las comunidades que viven en la zona rural. Adicionalmente, por la transición de algunas comunidades indígenas hacia zona urbana donde algunos se encuentran en situación de calle y consumiendo sustancias psicoactivas.

De acuerdo a los datos del boletín de eventos de interés en salud pública procedentes de Venezuela del Instituto Nacional de salud, entre las semanas epidemiológicas 1 a 40 de 2022, en el año 2020 y 2021, se registraron 12 y 19 casos de desnutrición en menores de 5 años respectivamente. Para la semana 40 en el año 2022 solo se han reportado 3 casos.

De acuerdo con los registros de las bases de datos de personas atendidas del Ministerio de Salud se atendieron, entre 2017 y 2022, 97 niñas, niños y adolescentes en edad escolar por desnutrición, la mayoría se encontraron en Arauca, Arauquita y Saravena.

En cuanto al comportamiento de la enfermedad diarreica aguda (EDA) en Arauca, entre el 2017 y el 2020 se atendieron 890 niñas, niños y adolescentes en edad escolar, principalmente en Arauca (51%), Saravena (21%) y Arauquita (17%). Para el caso de las infecciones respiratorias agudas (IRA), en este mismo periodo se atendieron a 2.395 niñas, niños y adolescentes en edad escolar, la mayoría en Arauca (56%), Saravena (19%) y Arauquita (17%).

Salud mental en niñas, niños y adolescentes en edad escolar

La incertidumbre económica, la inseguridad alimentaria, el limitado acceso a servicios básicos, el conflicto armado y el desempleo que viven la población refugiada y migrante venezolana y la comunidad de acogida se convierten en factores de riesgo para desencadenar depresión e incluso ideas suicidas, entre otros problemas de salud mental. Arauca, con flujos migratorios altos, tiene un sistema deficiente que no garantiza la atención en salud mental a esta población.

El aumento de necesidades de apoyo en salud mental demanda respuestas especializadas. Un sondeo de necesidades en la materia, realizado por OIM y OPS en 2019, evidenció la existencia creciente de intentos de suicidio, trastorno bipolar, psicosis, afectaciones por violencia de género, violencia sexual y diagnóstico de enfermedades crónicas. De acuerdo al último reporte del DANE, Arauca está entre los 5 departamentos con mayores tasas de muertes por suicidio con una cifra de 11 por cada 100,000 habitantes. Y aunque se han realizado jornadas educativas y de sensibilización en el marco del Plan de Intervenciones Colectivas -PIC, Arauca no tiene servicio de psiquiatría permanente y el proceso de aseguramiento tiene múltiples fallas: muy baja afiliación, poca capacidad de EPS y limitada capacidad de respuesta en atención.

Ataques a misiones médicas

De acuerdo con el último reporte de ataques a misiones médicas con corte a junio del 2022, en Arauca se han presentado dos ataques por parte de grupos armados no estatales, uno en el municipio de Fortul y otro en Arauquita. Estos ataques afectan directamente la salud de los pacientes en estos territorios, su remisión, así como la entrega de medicamentos, vacunas y otros insumos que salvan la vida de las personas.

Grupos armados no estatales

La presencia de grupos armados no estatales, la agudización del conflicto durante el 2022, así como las minas antipersonales en caminos y zonas aledañas a escuelas rurales, afecta el acceso y la permanencia de niños, niñas y adolescentes en el sistema educativo. Adicionalmente, pone en riesgo a los docentes y administrativos de las sedes. Estos factores afectan la calidad y continuidad en la prestación del servicio que se ve interrumpido en repetidas ocasiones por presencia de grupos armados no estatales, en las sedes educativas especialmente en zona rural, y algunas veces en zonas urbanas cuando son establecidos “Toques de queda” por estos grupos subversivos, quienes limitan la movilidad de los habitantes, afectando directamente a niños, niñas y adolescentes que deben recorrer largos trayectos para llegar a sus escuelas o colegios, especialmente en zona rural. Sumado a las afectaciones anteriormente mencionadas, se presentan afectaciones personales y emocionales a docentes, estudiantes y padres de familia, quienes comienzan a vivenciar temor diario.

La falta de acceso de la educación de niños, niñas y adolescentes migrantes constituyen un riesgo para el reclutamiento forzado de grupos armados no estatales, en Arauca se han reportado casos de menores reclutados por grupos armados no estatales apoyados por redes de narcotráfico que les ofrecen como pago, dinero o sustancias psicoactivas. Otro riesgo, lo constituyen las situaciones de abandono, maltrato infantil, violencia intrafamiliar y violencia sexual a la que son sometidos, de hecho, se han reportado casos en los que las familias son quienes entregan los menores. El tercer riesgo está asociado a la coexistencia histórica de los diferentes grupos armados no estatales en el territorio, como lo son ELN y FARC en zona urbana y rural del territorio, así como la llegada de disidencia de las FARC y bandas delincuenciales.

La presencia permanente de estos grupos en la zona rural también afecta directamente a las comunidades indígenas del departamento, quienes durante el 2022 han reportado repetidas veces restricciones a su movilidad y afectaciones para su abastecimiento y cosmovisión al ser comunidades nómadas.

Minas Anti Persona

De acuerdo el Sistema de Gestión de Información sobre Minas Antipersona (IMSMA), entre 1990 y noviembre de 2021, en Arauca se registraron 652 víctimas de artefactos antipersonas:

348 se encontraban en Tame, 158 en Arauquita, 50 en Saravena, 42 en Fortul, 32 en Arauca, 16 en Puerto Rondón y 6 en Cravo Norte.
640 se encontraban en zonas rurales y 12 en zonas urbanas.
230 fueron civiles y 422, miembros de la fuerza pública.
618 fueron hombres y 34, mujeres.
54 fueron menores de edad y 598, mayores.
117 fallecieron como consecuencia de las explosiones y 535 sufrieron heridas graves.
427 se encontraban realizando actividades de la fuerza pública o de manipulación de explosivos.

De los episodios registrados, 301 fueron responsabilidad de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP); 75, del Ejército de Liberación Nacional (ELN); 10, de guerrillas no identificadas, y 1 caso fue responsabilidad de las GAO o disidencias FARC-EP. Se desconocen los responsables de 154 casos, y de 107 casos no se tiene información.

En 2008 se desminaron 2.437,9 metros cuadrados de territorio, en los que se destruyeron 103 artefactos antipersona.

En los municipios de Tame, Arauquita, Saravena y Fortul, se han identificado y detonado artefactos explosivos cerca de sedes educativas o en los caminos de acceso a las mismas. Estos hechos que ponen en riesgo a los estudiantes, padres de familia y docentes, han afectado de manera significa su salud mental y la continuidad en la prestación del servicio de educación.